lunes, 28 de julio de 2008

Vacaciones en Babilonia



Después de un relajadísimo julio, afrontemos un viajero mes de agosto. Allá vamos, jardines colgantes...
¡Felices vacaciones everyone!

miércoles, 9 de julio de 2008

Un ferrocarril de piedra, el diolkos



En el siglo VII a.C. tenían un problema. Una pequeña lengua de tierra de apenas 6 km., el istmo de Corinto, obligaba a los barcos griegos a bordear la península del Peloponeso con el consiguiente perjuicio en kilómetros y, sobre todo, un peligro por lo irregular y rocoso que de su litoral.
Fue el tirano de Corinto, Periandro (628-588 a.C.), quien se propuso dar una solución a tan peliagudo asunto. Periandro estaba dispuesto a cavar la tierra para, de este modo, comunicar el mar Jónico y el mar Egeo, pero ciertos matemáticos egipcios se lo desaconsejaron porque, según ellos, se corría el riesgo de que se hundiera el Peloponeso entero.
Así que la solución fue otra. Construyeron el Diolkos (literalmente, transporte al otro lado) que consistía en una calzada de unos 6 km. de largo.
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lunes, 7 de julio de 2008

Los nueve misterios de la mujer



Primer misterio:

¿Por qué los huracanes tienen nombre de mujer?

Porque cuando llegan son salvajes y húmedos, y cuando se van, se llevan la casa, el coche, los muebles, el perro…

Más misterios...


Gracias Juan Rafael por facilitarme el enlace.

jueves, 3 de julio de 2008

En la barra del bar (II)




Un calvo está hablando con un jorobado:
-¿Qué llevas en la mochila?
-¡Tu peine, cabrón!


Curiosillo empieza a confraternizar con los parroquianos.
-¿Qué te ha pasado en la oreja?
Le dice a uno.
-Mi mujer dejó la plancha encendida junto al teléfono. Alguien llamó, y cogí la plancha.
-¿Y en la otra oreja?
-Es que volvieron a llamar.

Curiosillo, escaldado de sólo pensarlo, se despide y se retira.


Se encuentra un poco mareado y se tumba en la acera. Un guardia le pregunta:
-¿Qué hace ahí?
-Todas las casas me dan vueltas... Estoy esperando a que pase la mía para meterme dentro.


Por fin consigue llegar a casa. Su mujer, al verle, le pregunta:
-¿Cómo te has hecho ese corte en la frente?
-Me he mordido sin querer...
-¿Cómo te vas a morder tan arriba?
-Es que me he puesto de puntillas.