viernes, 30 de mayo de 2008

¿Quién dijo miedo?

martes, 27 de mayo de 2008



Visto en Canal Su

sábado, 24 de mayo de 2008

La Atlántida



Atlante era el rey de un rico país llamado La Atlántida, que estaba en medio de un océano inmenso, más allá de las columnas de Hércules. (Algunos dicen que el gigantesco Atlante era hijo del dios del mar Poseidón.) Para llegar hasta La Atlántida había que pasar por unas islas llenas de árboles frutales. (Algunos dicen que estas islas son las Canarias).
Se dice que en la gran isla de La Atlántida, rodeada de montañas, había grandes palacios, templos, y hasta hipódromos donde se celebraban carreras de caballos.

Los habitantes de La Atlántida tenían grandes riquezas de oro y plata, pero la avaricia y la crueldad se apoderó de ellos. Como castigo, los dioses enviaron un diluvio que en un día y una noche sumergió La Atlántida bajo las aguas del mar.

El rey Atlante consiguió salvarse de la catástrofe y unió sus fuerzas al dios Cronos y a los Titanes en una guerra de venganza contra los dioses del Olimpo.
Pero los dioses ganaron la batalla.
Zeus, sin embargo, perdonó la vida a Atlante. Como castigo, le condenó a sostener el cielo sobre sus hombros.

Con el paso del tiempo, el rey Atlante se convirtió en el monte Atlas; siendo montaña podía sostener el cielo sin tanto esfuerzo.
Y en recuerdo suyo, al inmenso océano que cubre los restos de La Atlántida ahora se le llama océano Atlántico.

La Atlántida, ¿mito o realidad?

miércoles, 21 de mayo de 2008

Pesca en aguas tranquilas

domingo, 18 de mayo de 2008

Nuevas coplas manriqueñas



En el mundo medieval,
donde la vida sin nexo
se plantea,
como todo es material,
medite y avive el seso
el que lea.

¿Qué se ficieron las damas?
¿Qué de su figura otrora
recatada?
Se han subido por las ramas,
e van enseñando agora
la muslada.

¿Por qué triunfó don Froilán?
Méritos extraordinarios
non devana.
¿Por qué acude con afán
a los premios literarios
e los gana?

¿Cómo en puestos eminentes
hay alguno que subió
-yo non subo-
e, según dicen las gentes,
non sabe facer la o
con un tubo?

¿Por qué non dexan entrar
en la rueda que se aprieta
junto al solio,
e paran ya de chupar
los que facen de la teta
monopolio?

Muchos hay con ufanía
que aparecen muy triunfales
e muy vanos;
e son, por su hipocrisía,
comeesfínteres anales,
los marranos.

Por esso yo non prospero,
e posición que me cuadre
non me brota,
e todo porque fui entero
e non fice ni a mi padre
la pelota.

Hay quien quiere mil prebendas,
e una cruz siempre apetesce
o medalla,
e a mí, para que lo entiendas,
todo aquesso me paresce
que es quincalla.

Con zajones andaluces
los hay a cavallo, ufanos,
fanfarrones,
e a mí, que estoy a dos luces,
me tocan a cuatro manos
los zajones.


Jorge Llopis Establier (1919-1976), poeta y comediógrafo alicantino. Colaborador de La Codorniz.

miércoles, 14 de mayo de 2008

Estatuas antiguas con nuevos colores












Pudieron haber sido los colores originales, pero a mí me parecen cromos. Me quedo con las imágenes de la izquierda, por encima de las cuales ha pasado toda la historia.

Vía Mariano Digital

domingo, 11 de mayo de 2008

Ramón y las greguerías




En un sueño me encontré a Ramón Gómez de la Serna, y me dijo alguna de sus greguerías:
-El sueño es un depósito de objetos extraviados.
-La bata de baño hace frailes a las mujeres, pero en seguida cuelgan los hábitos.
-A un mentiroso sólo lo cura un sordo.
-El musgo es el peluquín de las piedras. Y las patillas son el musgo de la cara.
-Un tumulto es un bulto que les sale a las multitudes.
-Hay tipos a los que es tan difícil sacarles una idea de la cabeza como sacar un tapón hundido en la botella.
-El golf es un juego para ratones que se han vuelto ricos.
-El que llama a los delitos hechos delictuosos es uno de esos que beben bebidas espirituosas.
-Al callarse la chicharra de pronto, parece que ha habido una avería eléctrica.
-Si ya ha caído el rayo, el aviso del trueno sobraba.
-Me movía y hacía gestos frente al espejo, pero me reflejaba inmóvil. ¡El espejo se había quedado paralítico!
-Cuando vemos correr un conejo parece que se nos ha escapado una zapatilla.
-Tenía las rodillas más frías que un escocés.
-El carterista es como el caballero de la mano en el pecho... de otro.
-Cuando por los altavoces anuncian que se ha perdido un niño, siempre pienso que ese niño soy yo.

miércoles, 7 de mayo de 2008

Haciendo el indio

Meditaciones trascentales (foto 1) para llegar a una conclusión (foto 2): "Sólo deben aproximarse aquellos que crean firmemente en la reencarnación."

domingo, 4 de mayo de 2008

Calma antigua