viernes, 22 de junio de 2007


Cuando su hijo murió, Rabí Leví Itzjac siguió al féretro danzando. Algunos de sus hassidim no pudieron abstenerse de manifestar su asombro. Él dijo: “Un alma pura me fue dada. Un alma pura es lo que devuelvo.”

2 comentarios:

CoCo dijo...

me encanto la frase un "alma pura", kuantas personas en la actualidad crees ke tengan un alma pura?? este mundo esta tan desgastado ....

saluditos tenía algunos días sin pararme por aki.


ciaooooo

Anónimo dijo...

Poquitas almas puras quedarán. Pero hay que seguir perseverando.

Saludillo, Cori